martes, 6 de abril de 2010

Un marzo en Caracas

El Ávila está 
furioso.
Las hienas se ríen. 
El corazón de Caracas 
arde en fuego,
Y las hienas se ríen. 
Y los mortales se ahogan.
Lo que no saben las hienas,
es que el fuego va por ellas.
Falta poco,
poco le queda a las hienas.

Li   ...y esto también es amor
 

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